“Vendo dolor con principio de angustia”
Pensaba que por ahí, este era el día para escribir algo feliz, o al menos normal, si esa es la palabra que debia usarse en estos casos. Sin embargo la mañana de a poco se fue tiñendo de ese color tristeza que suele tener un lunes de centro, pero acompañado de ese sentimiento de llanto ahogado, hoy se hace muy difícil cerrar los ojos sin que ruede la bolita de sal.
Es hoy que en los clasificados prefiero vender, o aunque sea permutar mi dolor por un poquito de aire.
“Ofrezco mal poeta con intención de muerte porteña”
Esa idea de una muerte porteña me gustó, una tonta y esquiva muerte que por falta de valor agarra a los mas oscuros personajes del barrio de Caballito, varias veces la vi pasearse en las vías del tren de Lorca y Yerbal, agarrando algún desahuciado que decidió tirarse. Ella ahí, riendo y cantando algún tanguito de estrofas pegadizas:
Pensaba que por ahí, este era el día para escribir algo feliz, o al menos normal, si esa es la palabra que debia usarse en estos casos. Sin embargo la mañana de a poco se fue tiñendo de ese color tristeza que suele tener un lunes de centro, pero acompañado de ese sentimiento de llanto ahogado, hoy se hace muy difícil cerrar los ojos sin que ruede la bolita de sal.
Es hoy que en los clasificados prefiero vender, o aunque sea permutar mi dolor por un poquito de aire.
“Ofrezco mal poeta con intención de muerte porteña”
Esa idea de una muerte porteña me gustó, una tonta y esquiva muerte que por falta de valor agarra a los mas oscuros personajes del barrio de Caballito, varias veces la vi pasearse en las vías del tren de Lorca y Yerbal, agarrando algún desahuciado que decidió tirarse. Ella ahí, riendo y cantando algún tanguito de estrofas pegadizas:
“Decime quien sos vos, decime donde vas,
Alegre mascarita que me gritas al pasar,
Que haces me conoces, adiós, adiós, adiós,
Yo soy la misteriosa mujercita que buscas”
Otras veces la vi en la Plaza Aramburu, pero ahí solamente se hamacaba como si nada, mirando como una niña a quien podía llevarse por delante, ese verso final sin rima. Fue ahí que se me ocurrió ir a hablarle y comentarle mi idea, le pregunte si la podía acompañar, que yo también era un personaje oscuro y triste, casi efímero en mi alma e incapaz de sentir felicidad o algo parecido, le pedí vagar con ella riéndonos de los idiotas que caerían en su desesperación, ambos carentes de vida.
“Permuto pelo largo hippie por corte al ras”
Ya no se solía esconder los libros, ni se solía tener ideales.
Ya no se elegía, mas bien se acomodaba, ya desatinaba.
…Y el Che me sonería desde una remera Xeneise…
“Cambio dolor por libertad”
Comunicarse a la casilla P.O. BOX 773 preguntar por Bickman que él detallará las pautas oreiras del cambio a realizarse.